Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, y desde REGUSA queremos poner nuestro granito de arena contra la contaminación del mar causada por los plásticos, un problema al que podemos poner freno a través del reciclaje y la concienciación.
Los océanos cubren más del 70% de la tierra, y son una fuente de oxígeno, alimento y medicinas que, además, mantienen el delicado equilibrio de la biosfera. La contaminación del mar causada por los plásticos es un problema grave que amenaza a los ecosistemas y a la salud de todos los seres vivos en la tierra, ya que el impacto de la contaminación del mar va mucho más allá de las playas y los mares.
Probablemente te estés preguntando cómo es posible que en 2022 sigan llegando tantos plásticos al mar… Desafortunadamente, la falta de reciclaje y el abandono de todo tipo de plásticos en lugares inapropiados siguen siendo el principal problema.
Cómo llegan los plásticos al mar
Se estima que solamente el 9% de todo el plástico consumido hasta día de hoy en el mundo ha sido reciclado. La mayor parte de los plásticos, el 79%, se encuentran en los vertederos o en el medio ambiente. Además, el 80% de los residuos que hay en el mar provienen de la tierra.
La mayoría de estos residuos podrían haberse evitado con un proceso de reciclaje adecuado, desafortunadamente, no todos los plásticos llegan al contenedor amarillo. Por ejemplo, cuando tiramos un envoltorio de plástico a la papelera de un parque, hay muchas posibilidades de que el viento arrastre el plástico y acabe, tras un largo viaje, contaminando el mar. Incluso una parte de los residuos que permanecen en los vertederos suelen acabar en el mar debido a las corrientes de agua, las tormentas y otros agentes climáticos.
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¿Qué podemos hacer para frenar la contaminación del mar?
La conclusión es muy sencilla: solamente los plásticos que van al contenedor amarillo reciben un tratamiento de reciclaje adecuado y evitan la contaminación del mar.
En nuestro país cada día se siguen abandonando 30 millones de latas y botellas de plástico que acaban contaminando los mares, los ríos y la naturaleza, incluso cuando ya no se ven… La descomposición de los plásticos es un proceso muy lento durante el cual los plásticos se fraccionan generando microplásticos, trocitos tan pequeños de este material que incluso acaban en el agua sin que podamos verlos, y son ingeridos por los peces que después consumimos. Se estima que entre un 21% y un 54% de los microplásticos del mundo se encuentran en la cuenca del Mediterráneo, donde un estudio realizado por Greenpeace encontró 320 objetos de basura por cada 100 metros de playa.
¿Quieres ayudarnos a celebrar el Día Mundial de los Océanos? Comparte este artículo con tus familiares y amigos para explicarles la importancia del reciclaje de los plásticos, y recuerda: solo podemos evitar la contaminación del mar causada por los plásticos cuando los depositamos en el contenedor amarillo ¡Feliz Día Mundial de los Océanos!
