¿Has oído hablar de la logística inversa? A pesar de lo que el nombre te pueda inducir a pensar, no se trata exactamente de organizar los procesos al revés, sino de hacerlo atendiendo a la economía circular. Este proceso permite generar más beneficios y menos contaminación ambiental. ¿Quieres saber en qué consiste?
La logística inversa es un proceso enmarcado dentro de la economía circular que se encarga de la gestión de residuos para su reutilización en la industria, con todo lo que ello implica: planificación, control de materias primas, tipo de tratamiento necesario para los distintos materiales, etc.
La economía circular se basa en la reutilización y el reciclaje, es decir, los suministros y las materias primas que se utilizan son los residuos, que una vez tratados adecuadamente vuelven a ser útiles para la producción, ya sea del mismo producto o para una industria diferente. Por ejemplo, los periódicos impresos en papel reciclado han seguido un proceso de logística inversa.
Como puedes imaginar, para que un proceso de logística inversa se pueda completar es necesaria la participación en cadena de varios actores, que cumplen un papel esencial cada uno en una fase. ¡Vamos a desgranar el proceso paso a paso!
Los consumidores
En la economía circular el último eslabón es también el primero, por eso, la primera responsabilidad de la logística inversa recae sobre los consumidores. Separar adecuadamente los residuos en los hogares y depositarlos en los contenedores correspondientes es el primer paso para hacer posible la logística inversa en los suministros de la industria.
Recogida y gestión de residuos
Las empresas de gestión de residuos dan el relevo a los consumidores en la segunda fase. Aquí, es donde los residuos son trasladados desde los contenedores o puntos limpios hasta las plantas de tratamiento adecuadas, donde tiene lugar la siguiente fase.
Reciclaje
La siguiente fase de la gestión de residuos para la logística inversa es el proceso de reciclaje, en el que cada tipo de residuo requiere de un tratamiento diferente. Además, en las plantas de reciclaje se encargan de inspeccionar, separar y clasificar cada uno de los residuos para que el proceso de reciclaje se pueda llevar a cabo de forma adecuada.
La industria
Una vez que los residuos han sido transformados en materias primas a través del reciclaje, la industria los utiliza para la producción de nuevos elementos.
La distribución
Finalmente, los productos fabricados por la industria son distribuidos a los diferentes puntos de venta, donde los consumidores volvemos a ser los protagonistas. Tras adquirir los productos, podemos darle un tercer ciclo de vida a los productos a través del reciclaje, repitiendo el proceso de la logística inversa, y completando la economía circular.
Las ventajas de la logística inversa
- Utilizar materias primas recicladas disminuye los costes, por lo que también aumenta el margen de beneficios
- Cumple con las legislaciones ambientales, produce menos contaminación, y cuida el medio ambiente.
- Fomenta la economía circular y la adecuada gestión de residuos.
- Genera valor de marca y satisfacción en los clientes, especialmente en las personas preocupadas por el medio ambiente y conscientes de la importancia del consumo sostenible.
¿Te ha gustado conocer el proceso de la logística inversa? ¡Comparte este artículo para que tus amigos y conocidos también apuesten por el reciclaje!